En la presentación de “La realidad como pretexto” y “El mito y lo efímero”, de María Eulalia Corral y Byron Morejón. Quito, Alianza Francesa, 7 de abril de 2010
Todo pasa en un tiempo muy breve… Tan breve, que bastaron siete palabras para decirlo en su intenso significado, y pasaron… Pero, a la vez, pasan tantas cosas simultáneamente en tiempo tan breve que la eternidad entera no bastaría para contar cuanto sucede en un instante. Quizá cada instante es la entera eternidad.
Pasaron y murieron César Vallejo, Borges y Miguel Hernández; pasó Antonio Machado y pasó César Dávila Andrade. Picasso y Dalí y Velázquez y Goya, cada uno con sus propios monstruos y deidades, y Bacon y los modernistas y posmodernistas pasaron y están…. Una inmensa multitud de creadores da sentido al instante: aquí, entre nosotros, perduran aún en su palabra, en su libertad creadora, en su obra que, ella, no pasó. Y no podemos resistirnos a repetir mil veces con el poeta: “Fue domingo en las claras orejas de mi burro / de mi burro peruano en el Perú / perdonen la tristeza”… O, “Me llamo barro, aunque Miguel me llame, / barro es mi profesión y mi destino/; y con Machado: “Palacio, buen amigo, ¿Está la primavera / vistiendo ya las ramas de los chopos / del río y los caminos? En la estepa / del alto Duero, Primavera tarda, / ¡pero es tan bella y dulce cuando llega!… Repetir, desde Borges: “Mirar el río hecho de tiempo y agua / y recordar que el tiempo es otro río, saber que nos perdemos como el río / y que los rostros pasan como el agua /…, enumeración que no puede eludir la palabra de nuestro Dávila Andrade: “Mañana entramos ya en el mes de junio / flotarán en su cielo de anchos aires / objetos de uso azul como las aguas; / y una lejana inquietud de rosas / habrá en el horizonte de la tarde. / En este claro mes de agua plateada / te conocí. Entonces yo sufría / una enfermedad de primavera, / un bellísimo mal que ya no tengo…
El bellísimo mal que añora el poeta acosa a todo creador; a él hemos de agradecer palabras imborrables, imágenes perseguidas por el sueño y el cansancio, pinceladas que corrigiéndose a sí mismas, huyen la rutina. Al bellísimo mal inenarrable debemos toda obra humana que perdura. Origen del quehacer más claro y del que es más oscuro; de toda búsqueda que, con autenticidad exigente, incita al ser humano tocado por la inquietud de expresarse, a lograrlo a base de un instrumento -la lengua, el color, la piedra, el barro, el metal, a entregarlo todo al anhelo de encontrar su forma, de ser, entre cuanto se escapa, un ápice de luz, de conocimiento y quizá, de gozosa armonía.
Las obras sucesivas van tejiendo una trama hecha de libertad y rebelión, de comprensión de la realidad y, siempre, de tácito o explícito anhelo de justicia; no quiero arriesgar con esto la idea bondadosa de que el artista es un ser moralmente privilegiado. Pero se impone la certeza de que su búsqueda de armonía se debe a una sensibilidad que aspira a que la belleza permanezca, y ¿es acaso posible la belleza en un ámbito de grosero egoísmo y falsedad?
Mis palabras surgen de la contemplación de estos cuadros exuberantes y fuertes, obra de este trabajo ‘a dos’… Byron Morejón Almeida expresa que su encuentro mutuo en el arte “fue también -y ante todo- un acto íntimo de comunicación”; esta confesión se comprende y completa en las siguientes palabras de Claude Lévy Strauss, el genial antropólogo francés, ante la posibilidad de que la mujer se agote en el signo: “En contraste con las palabras, que se han convertido totalmente en signos, la mujer sigue siendo a la vez un signo y un valor. Esto explica por qué las relaciones entre los sexos han conservado su riqueza afectiva, el ardor y el misterio que sin duda impregnaban originalmente todo el universo de las comunicaciones humanas”. Ese ardor y misterio siguen impregnando la actividad de todo artista que de verdad lo es, y en este caso, permitiéndoles expresarse en conjunto, aunar su sensibilidad, buscar hasta encontrar en el otro lo que un día esperaron encontrar cada uno solamente en sí mismo…
María Eulalia y Byron trabajan al alimón, expresión andaluza que se aplica a la forma en que dos lidiadores citan con un solo capote al toro y tratan de burlarlo. Conjuntamente eligen lo real que, en feliz expresión suya, es apenas pretexto: pre-texto, lo que precede y rige, a la vez el texto que desde la tela se nos muestra para ser leído, re-creado, re-interpretado en el goce y la expectativa. Como ellos gustan de evocar en su afán de conceptualización, de la misma manera en que lo real se proyectaba desde afuera al fondo de la caverna del mito platónico, ante espectadores encadenados que no podían volver la cabeza y que, al ver pasar las sombras de la realidad sobre el muro rocoso tomaban esas sombras por la realidad completa, lo real a que cada instante creemos asistir y que ellos transmutan en arte es también sombra de ser, figuras de sombra; la pintura, la suya, quiere ser, conscientemente, metáfora de la nostalgia de esa realidad real nunca captada en plenitud; llevar hasta el fondo sus dudas, llegar al espectador y mostrarle, en sus metáforas pictóricas, que el arte reconoce nuestros encadenamientos, que, al reinterpretar las sombras, da nueva luz a lo que somos…
Radicados en Quito con sus recuerdos, trabajos y exposiciones previas, con todo un bagaje de alegrías y pérdidas, y con ese deseo de hacer, de crear, de buscar siempre, desplegando entre sí y ante los demás su vivo humor lleno de cordial inteligencia que se trasluce incluso en pinceladas que nunca son arbitrarias, o en los títulos con que reinventan sus cuadros, aúnan su pasión por la realidad, su ansia de expresarla, en estos lienzos mitad mito, mitad fruto, mitad cuerpos sinuosos, todo color, dimensión, arte que no recibe desde fuera la luz, sino que la proyecta hacia nosotros desde el objeto-fruto entero o desgarrado, desde la imagen del ser humano incompleta para siempre, como cada uno de nosotros, desde una luz viva o mortecina, según se incline su mutua voluntad a la alegría o a la desazón… Siempre disponibles en el arte, imagino a María Eulalia completando un trazo, reintentando una forma; a Byron, en su inquietud vagamente nocturna, poniendo el que sería el punto si María Eulalia no estuviera para mostrarle una vez más lo que él ya sabe: que nada termina, que todo arte es espera… Los imagino solemnes y duros, casi crueles en el esbozo de seres que, como escribe Byron en referencia a “Historia de un viaje a la ilusión”, cuadro destinado a las Naciones Unidas por invitación expresa de este organismo, contra la infamia de la trata de personas: “con sorpresa y estupor nos sumergen en el drama que encierran: el interior de una manzana cual corazón palpitante y lacerado; las frutas desgarradas y sangrantes; la muerte agazapada y premonitoria”…
Por mi parte, quiero quedarme, entre tantos otros frutos de exóticas presencias, con su “Jardín de las Hespérides”, islas fabulosas del Atlántico o ninfas guardianas del jardín de los dioses cuyos árboles producen manzanas de oro que contienen el secreto de la inmortalidad… Por supuesto, quienes de alguna manera hemos atravesado con su amistad la vida, sabemos que ese jardín, esas ninfas se encuentran muy cerca, que ni siquiera debemos aspirar a encontrarlos en islas del Pacífico, pues están en los manzanos de El Quinche, en Iguiñaro, casi aquí, donde se encuentran explicaciones que dan otra dimensión, antigua, familiar y querida a esta obra, aunque no he de distraerles de verlas, al seguir citándolas… Bástenos con mirar. Y sí, las manzanas de las Hespérides de María Eulalia y Byron contienen, como el arte, como la poesía, como cada uno de sus cuadros, el secreto de la comprometida y justa inmortalidad de la rebelión y el trabajo en búsqueda de la belleza y la verdad…
Queridos Byron y Eulalia,
Les felicito inmensamente por el interesante web que tienen, y que con emocion he leido. Ya lo estoy disfrutando y compartiendo con varios amigos que tambien les ha impresionado muy favorablementre. Me gustaria hacerles varias preguntas respecto a precios y embarque en caso que algunas personas esten interesadas en adquirir.
De nuevo los felicito y no me cabe duda que van
a tener exito con contactos personales y artisticos.
Deseandoles lo mejor, se despide quien les quiere y recuerda mucho,
Jaime
Querido Jaime,
Mil gracias por tu respuesta. Si bien es aún incompleto el sitio web que hemos abierto, es una primera carta de presentación de nuestro trabajo. En los próximos días tendrán una información más completa y con su debida traducción al inglés de algunos textos, por lo pronto. Con relación a los precios, te enviaremos la lista a tu dirección electrónica. Nos parece en todo caso, una excelente iniciativa de tu parte que agradecemos mucho. Recibe nuestro abrazo de siempre,
Byron y María Eulalia
Muy querida Susi,
Mil gracias por su inmediata respuesta. En los próximos días ampliaremos la información contenida en el sitio web y esperamos traducirla paulatinamente al inglés, puesto que serán varias páginas. Nuestra obra ya se encuentra en dos importantes galerías del Ecuador y ellos también difundirán el material. Para el caso de las galerías norteamericanas, conversaremos telefónicamente lo más pronto.
Un cariñoso abrazo,
Byron y María Eulalia
Queridos Byrito y Maria Eulalia,
Que emocion tan grande al ver tan preciosa exposicion.
Los cuadros son una belleza les felicito. La pagina web
esta bien echa. Me guataria que le manden a la Galeria
de Palm Springs.
Bendiciendolos siempre y deseandoles lo mejor.
Susana